Uno de los principales problemas de las víctimas de abuso narcisista es el aislamiento, es el rechazo por parte de su entorno. Este rechazo es resultado de una estrategia bien trazada por la persona narcisista cuando ve peligrar su reinado, porque la víctima empieza a rebelarse, empieza a darse cuenta del abuso y plantarle cara.
El peligro inminente es que le descubra ante los demás, por ello tejen una red invisible, sutil y maligna en torno a su victima dónde ésta le ayuda a echarse tierra a sí misma.
Entender esto no es sencillo. No porque te falte inteligencia, sino porque es una lógica no-humana, una lógica no-empática. Sus comportamientos vienen de una doble realidad en la que viven. Y no me malinterpretes: no están locos, saben lo que hacen y por eso son capaces de “aparentar normalidad”. Sin embargo, en lo profundo de su ser, su falta de empatía, y su falta de introspección, su necesidad de atención y control les lleva a actuar como seres malignos, dónde el hacer daño es la atención negativa que necesitan para sentirse superiores al resto de mortales.
Para tratar de explicarlo vamos a ver cuatro puntos:
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- La persona narcisista (en adelante PN) TIENE DOS CARAS: una perfecta y otra malvada, y ésta última sólo se la muestra a su víctima. Esta es la principal fuente de abuso.
- La familia narcisista NORMALIZA comportamientos abusivos desde la infancia acallando cualquier voz crítica, y aplaudiendo la sumisión a la PN.
- Cuando la víctima empieza a rebelarse, la persona narcisista, PN, se adelanta con una campaña de desprestigio que haga que la victima pierda toda credibilidad.
- Las creencias de las personas de su entorno y su experiencia hacen que muchas veces sean “ciegos” al abuso en su entorno.
Vamos a ver cada uno de estos puntos a continuación:
- Su cara “A” es de perfección: la amiga o amigo perfectx, la pareja perfecta, la perfecta anfitriona, la tía o tío guay, el padre enrrollao… es la cara que la persona narcisista muestra a todos aquellos de los que puede obtener un beneficio directo o indirecto.
- Su cara “B” es la de su sombra, su ira narcisista, su abuso constante y sutil… pero esta cara sólo la muestra a su víctima. Es la manera de abusarla y hacerle creer que está loca: “eres tú la única persona que me ve así”. Le hace creer que el problema es ella, porque es algo que sólo ve ella.
La persona narcisista se esfuerza mucho en mantener una imagen hacia fuera de pareja feliz o de familia feliz. Esta forma de ser percibidx por los demás es necesaria para que su abuso sea implacable. Con esta imagen, ¿quién se va a plantear que esta persona puede ser perversa con su víctima?
Debemos recordar que no hay personas perfectas, sólo seres humanos. Las personas que se esfuerzan en mostrarse perfectas están manteniendo una máscara.
Cometer errores es humano, no es el fin del mundo. Una persona narcisista “nunca se equivoca”, “siempre lleva razón”, y si pasa algo “la culpa es de alguien o algo” externo a él/ella”.
Una persona narcisista le quita el derecho a los demás a expresar sus emociones: si te enfadas con él/ella porque realmente te está abusando, tú te enfadas, pero no sabes bien por qué … te llamará loc@, desquiciad@, exagerad@, … te dirá cosas como “¡qué exagerada eres!”.
Expresar emociones es lo humano. Falsearlas es lo inhumano. Negarlas o ignorarlas en tus hijxs o en tu pareja, es abuso.
La persona narcisista es la que luego sorprende cuando se la pilla en algún abuso, sobre todo si has sido de los o las afortunad@s que sólo han visto su mejor versión.
Acepta que este tipo de personas existen, y son más de los que pensamos.
Si tu padre/madre es narcisista, normalmente habrá más miembros con este perfil: abuel@s, bisabuel@s, tí@s, prim@s, herman@s... En la familia hay un patriarca o una matriarca narcisista que ejerce su mandato, normalmente los de mayor edad, sobre el resto. También puede haber micro-islas en torno a varios miembros narcisistas que dividen a la familia.
En esta familia no se hablan los problemas, se meten debajo de la alfombra. Nadie puede criticar a la PN, sólo apoyar. Las voces contrarias son acalladas, vapuleadas, sometidas, aisladas. Es un conmigo o contra mi.
Esto lo mamas desde muy pequeñ@, y por tanto, como es tu referencia, crees que “es así”. Se convierte en tu verdad. Personas que gritan en casa, o hombres que no asumen sus responsabilidades en la casa y con los hijos… o mujeres que se victimizan para ser mantenidas o soportadas… Tal vez una madre que en casa grita y tira cosas, y fuera es la más maja. Tal vez un marido que en casa está sentado en el sofá y no hace nada, pero cuando hay una barbacoa o fiesta familiar es el más hacendoso del mundo…
La persona narcisista une a los demás en torno a la idea de que tú estás mal, y que ella o él es la víctima para lograr aislarte y darte así el toque final.
Como víctima, ves su peor cara, dia tras día. Al principio no entiendes las incongruencias, los pequeños desprecios, las criticas constantes con la sonrisa como si nada pasase, o cuando te ignora sutilmente en una fiesta con amigxs o familiar… o cuando te menosprecia porque te frustras y lloras, o cuando te enfadas por algo y te llama exageradx… Es como una gota suave, sutil pero constante atormentándote, minusvalorándote, haciéndote sentir menos que humana. Muchas personas aquí se pierden en depresiones, ansiedad… y no llegan a ver que el problema no son ellas, sino la persona narcisista en su entorno.
Las que tienen más suerte, llega un momento en que se cansan de este abuso constante. Empiezan entonces a mostrar cierta rebeldía. La persona narcisista es realmente sensible a estos cambios, y de hecho esto le activa todas sus alarmas. Empieza entonces a prepararse para el descarte de la manera más brutal posible para la víctima.
Así, la PN empezará a hablar mal de la victima en su entorno: es lo que se conoce como Campaña de Desprestigio. Tiene dos partes:
1.- Se adelanta así en contar su historia, su verdad, su versión distorsionada de la realidad dónde te deja muy mal parad@: “está loca”, “me maltrata”, “es insoportable”, “no hace nada, todo lo tengo que hacer yo”, “no sabes lo que tengo que soportar”, “no es cómo creéis que es”… Proyecta todo lo malo que hace en su víctima como si la víctima fuera la que lo hace.
2.- Pero no queda aquí la cosa: además va a crear escenarios dónde dejarte en evidencia para confirmar a su público (familia, amigos) que tú eres el problema y todo lo que les “ha contado”: así, p.ej. te ignora en la fiesta hasta que le preguntas o le confrontas, y al seguir evitándote te enfadas! En ese momento mirará a sus cómplices para decirles: “¿Véis lo que os digo?”. Un marido por ejemplo puede coger a sus hijos e irse de vacaciones sin ti, sin avisar, diciéndote “necesito un tiempo”; y mientras tú estás lamiéndote las heridas, pensando “¡qué ha pasado aquí?!”, él ya está calentando el banquillo dónde te van a sentar los demás para juzgarte como la loca que abandona a su familia y les pide que se vayan sin ella…
De este modo, cuando la víctima decide hacer algo al respecto, o pedir ayuda, o compartir con alguien lo que está viviendo… se encuentra con rechazo, con gente recriminándole, con personas juzgándola, con revictimización. Ante su sorpresa, ve cómo todos “están en su contra” y al lado de la supuesta víctima que es la persona narcisista. Y esto acaba de rematar a la víctima que se ve sola y desamparada ante el abuso.
Tras la campaña de desprestigio va a ser muy difícil que la víctima encuentre apoyos en su entorno cercano, pues la persona narcisista ya ha sembrado la división y la duda. Ya sean tus hermanxs, hijxs, .. Todos están ya contaminados de su visión de lo que pasa. Nadie se molesta en oir la versión de la víctima pues la versión narcisista fue confirmada con los comportamientos inducidos en la víctima para poner en cuestión sus capacidades, su generosidad o su bondad…
Las personas que gozan de esa cara A del narcisista, experimentan una imagen TAAAAN BUENA de esa persona narcisista que les impide creer que puedan actuar de manera malvada y perversa.
En otras ocasiones, hay creencias que hace que los demás te rechacen o se alejen. En general, los padres, papá y mamá, son “sagrados”, y cuanto más mayores, “más sagrados”. Así cuando mamá es narcisista y te maltrata, nadie quiere oírlo. En general te culpan a ti, “tienes que tener más paciencia”, o te recriminan “cómo puedes decir eso, ¡es tu madre!”, … y muchas veces simplemente se alejan o dejan de hablarte.
No podemos forzar a las personas a entender el abuso narcisista. Cada persona entiende el mundo desde sus propias vivencias y experiencia personal, y por mucho que tratemos de explicarnos, hay temas tan sutiles y retorcidos como el abuso narcisista que es dificil de ver para la víctima, ¡imagínate para alguien a quien el PN sólo le muestra su mejor versión!
El momento más duro para la víctima es al momento de descarte final. En ese momento la PN logra aislar a su víctima y dejarla de lado por todos, como si fuera problemática o estuviera loca. En ese momento la persona corre el riesgo de caer en una depresión, dejarse llevar por la ansiedad, o hacer una locura… La víctima queda destrozada emocional, física y mentalmente. La persona se debate entre “Seré yo el problema?”, “¿estaré yo loc@” y “no puedo más”.
Salir de ahí, validar tu vivencia, alejarte de esas personas que abusan y de sus cómplices (monos voladores) que sirven para seguir abusando de la víctima, es clave en el proceso de recuperación.
Las personas narcisistas van dejando “cadáveres” en su camino. Y esas víctimas son las que en algún momento pueden acudir a la víctima diciendole: “tenías razón”. Porque cuando la víctima principal sale de la ecuación, otra persona va a sufrir ese abuso, porque la PN lo necesita para sentirse bien. En el mejor de los casos, esta persona quizás pase a entender lo que tú le decías y te busque para entender lo que ahora ella esta viviendo.
El camino de la recuperación, aunque no en todos los casos, generalmente implica una ruptura con tu entorno familiar y cercano, para dejar de aceptar el abuso de la PN y la revictimización de los demás que ven por sus ojos. Pero tomar esa decisión dá vértigo y nuestros mecanismos de protección entrenados desde la infancia nos hacen muchas veces mantenernos ahí antes que pasar el dolor de la aceptación y la separación.
Es un camino solitario y realmente duro. Pero no estás sola/solo. Somos muchas personas quiénes hemos pasado por ello y estamos vivas. Pide ayuda. No estás loc@. Estás agotad@. Escríbeme a info@anapazo.com y veré qué puedo hacer por ti.
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No sigas sufriendo en silencio. No sigas aceptando el abuso. Aprende a darte seguridad y a confiar en ti. Recupera tu amor propio, tu valor propio.