Y un buen dĂa las mismas palabras son diferentes: conectan con la calma en ti. Simplemente eres; y es entonces es cuando eres completamente libre.
Romper tu ego, romper con tu identificaciĂłn, dejar la lucha… todas estas frases, las leĂa, las racionalizaba, las “conceptualizaba”… pero NO las sentĂa. Al principio pensaba: “¡¡quĂ© tonterĂa!! Si yo no soy yo, lo que hago, lo que siento: ÂżquiĂ©n voy a ser?”, “¡hay cho hierbas!”…
De niña aprendĂ que para ser feliz debĂa hacer lo que “me decĂan”. El plan estaba muy claro: estudias > sacas una carrera > obtienes un trabajo > encuentras a tu principe > te enamoras y te casas > tienes hijxs > tienes nietxs > FIN
EstudiĂ© mucho, obtuve un buen trabajo, viajĂ© mucho, salĂ mucho, conocĂ mucho… 35 años, multinacional, sueldo, piso… y mis amigos se empiezan a casar… “¡Esto es todo! Âżyaaaaaa?” -pensaba yo. De repente sentĂ como que la vida se acababa: ¡No podĂa ser!! SentĂa como si estuviera llegando al fin de la pelĂcula a cámara rápida. Me deprimĂ.
EmpezĂł entonces el camino conocido para “la depre”: mĂ©dico > psiquiatra > pastillas > psicĂłlogo > psicĂłlogo y pastillas diferentes > ahora todo a la vez…
Tras pasar por varios especialistas mi conclusión fué: “yo no siento que esté loca, sólo que no sé lo que quiero, y lo que tengo no me satisface”. Asà de simple, y asà de complicado.
Cuando la medicina tradicional no te funciona empiezas a buscar alternativas: coaching, PNL, inteligencia emocional… 5 años, 5 masters, 200 libros, 50 cursitos cortos…
EmpecĂ© a hacer cambios en mi vida: dejĂ© mi trabajo en una multinacional, empecĂ© a trabajar como coach con ejecutivos, empresas, y equipos. TambiĂ©n empecĂ© proyectos con socixs que no llegaron a buen tĂ©rmino…
AĂşn me faltaba algo. CambiĂ© de ciudad, de paĂs. AprendĂ entonces tĂ©cnicas de cuerpo, respiraciĂłn, baile… SeguĂ engrosando mi CV.
Y llegó un momento de parar: ¿qué no estaba viendo? ¿qué no estaba haciendo? Una cosa: SENTIR.
Al sentir, al conectar con mis emociones, saliĂł la tristeza de un duelo por mi padre, de mi mala relaciĂłn con mi madre, de mis dificultades para escuchar mi cuerpo, de mis heridas infantiles…
Pasé entonces a fluctuar entre sentir y pensar. Me resultaba fácil engancharme con el pensamiento. Sobreanalizaba. Todos los métodos. Todas las formas.
EmpecĂ© a romper creencias profundas. EmpecĂ© a profundizar en mis heridas de infancia, de adolescencia… EmpecĂ© a observar mis comportamientos de adulta, los patrones que repetia… Âżpor quĂ© siento que no merezco? Mi ego se resistĂa y se resiste: ¡¡egazo!!
- Cuando entiendas realmente quién eres, experimentarás una felicidad genuina.
- Nada está mal. Todo está bien tal como está.
- Mira dentro de ti: ahà están todas las respuestas.
- Eres conciencia pura. No busques fuera de ti.
Lo leĂa, lo oĂa, lo entendĂa. Pero… ÂżcĂłmo??? ÂżCĂłmo lo hago?
Las respuestas no llegaban. Dentro sentĂa un vacĂo y enseguida corrĂa fuera, a huir de esa sensaciĂłn que me entristecĂa, a evadirme, a distraerme.
CreĂa volverme loca. Mi cabeza era como un nido de pájarillos piando 24horas. Me costaba dormir. Me decĂa: “soy tan terca que seguro que lo tengo delante y no lo veo”. A veces pensaba en morirme. Que se acabara todo. Esta vez pedĂ ayuda. Una persona me dijo: “No estás loca” (gracias Paula). Varias personas me dijeron: “No te rindas Ana, eso es que estás cerca y tu ego se resiste”.
A veces mi ego me hacĂa desvalorizar a las profesionales que me ayudaban: “Para ellas es fácil”, “No me lo creo, esto es perder el tiempo…, voy a volverme loca”, “y si… esto es una paranoia???”.Pasaba por micromomentos de calma con momentos de neurosis.
PasĂ© meses encerrada. Necesitaba aprender a estar sola. A estar conmigo y estar bien. A estar sola y no sentir que morĂa. ÂżPor quĂ© era tan dependiente? Es cierto que somos seres sociales, pero cuando no soportas estar sola: ahĂ hay algo para aprender.
Un dĂa. Por fin. OĂ algo. Era algo que habĂa oĂdo miles de veces, que habĂa leĂdo de miles de formas diferentes… pero esta vez calĂł diferente. Yo era diferente. Esta vez lo sentĂ. SentĂ la calma. SentĂ cĂłmo se aclaraba la mente, se aquietaba. Silencio. VacĂo. Y esta vez el vacĂo era casa. Esta vez el vacĂo era curiosidad. Y sobre todo CALMA. PAZ.
Temes al vacĂo cuando crees que es el abismo. Ahora sĂ© que el vacĂo es el TODO, el UNIVERSO, todas las posibilidades y ninguna. Y desde esta perspectiva, ya no me dá miedo mirarlo.
Nadie puede ayudarte, excepto tu ser. Conoce quién eres. Tú eres el poder.Todo el poder del universo está en tu interior. Tienes todo el poder que necesitas.Todo está bien, sumamente bien. Siempre ha estado bien, siempre estará bien.
–Robert Adams
¡ No dejes que te manipulen!
No pierdas los nervios. No dejes de ser tĂş.
Descárgate AQUÍ mi GUIA para no reaccionar ante los conflictos, sino responder desde la calma.